En la actualidad, la cantidad de dispositivos que funcionan conectados es inmensa: Desde sensores para gestionar el tráfico, la energía o la contaminación, hasta máquinas en el entorno industrial o wearables para el uso personal.
Actualmente, los clientes exigen cada vez más. No quieren productos independientes sino soluciones a sus necesidades concretas.
La cantidad de datos que se crean y almacenan es exponencial, pero esto no es suficiente. Para que sean de valor, tenemos que pensar en nuevas herramientas que nos ayuden en el tratamiento de esta información.